Controlando el frío

¿Cuántas veces has pasado frío estando abrigado hasta las orejas y has tenido la sensación de tener todos los huesos de tu cuerpo congelados? Si has vivido alguna vez esta situación, atent@, porque la entrada del post de hoy te va a dejar… HELAD@

Buscando unos datos sobre los efectos del frío extremo en nuestro cuerpo, me topo con la increíble historia de Wim Hof y su “curioso” método. ¿Sabes de quién te hablo?

Wim Hof es un holandés de 63 años, conocido como “El Hombre de Hielo” por su capacidad de soportar bajísimas temperaturas sin que su cuerpo se resienta, utilizando para ello técnicas específicas de meditación y respiración.

¡Estuvo enterrado en hielo 2 horas y su temperatura corporal no varió ni una décima! Su filosofía de vida la tiene clara: “con un entrenamiento adecuado de nuestra fuerza de voluntad se pueden conseguir grandes cosas, entre ellas controlar nuestro cuerpo y nuestra mente”. 

A partir de esta premisa Wim Hof ha diseñado un método basado en tres pilares:

  • Respiración: tomar oxígeno del aire es algo que hacemos por inercia, sin pensar; un mecanismo natural al que se le puede sacar mucho partido si se hace de manera consciente. Para ello se debe tomar más oxígeno del necesario y espirar sin liberarlo del todo, generando una gran sensación de calor corporal.
  • Terapia con frío: según su creador, una exposición adecuada y controlada a bajas temperaturas acelera el metabolismo, reduce la inflamación y el dolor muscular contribuyendo a una rápida recuperación.
  • Compromiso: la meditación otorga constancia, paciencia y dedicación para lograr dominar el cuerpo y la mente.

Según su autor estos tres conceptos son claves para estimular las respuestas fisiológicas de nuestro cuerpo ante las adversidades del entorno natural.

Wim Hof ha conseguido realizar varias hazañas:

  • Corrió una media maratón descalzo por el norte del círculo polar ártico
  • Ascendió al Everest en pantalón corto
  • Participó en una maratón por el desierto de Namibia sin beber una sola gota de agua.

Todo ello para demostrar que con su método es capaz de ejercer un control total sobre su cuerpo y su mente.

Atraídos por las capacidades de este “superhombre”, unos investigadores de una universidad holandesa decidieron realizar un experimento científico con el creador del método

Wim Hof. Dado que una de las nuevas capacidades que su entrenamiento otorga es el control del sistema nervioso autónomo y de la respuesta inmune decidieron inocular una endotoxina bacteriana que generase en su organismo síntomas gripales.

Los resultados de esa aproximación fueron cuanto menos sorprendentes, pues utilizando la respiración y la meditación Wim Hof segregó, de manera consciente, altos niveles de adrenalina, reduciendo su respuesta inmune a la mitad con respecto a la del resto de participantes en el estudio (Pickkers et al., 2011). 

Este hecho, difícil de explicar por el ámbito científico, es sumamente complicado de realizar al igual que lo sería acelerar de manera intencionada nuestro pulso; pues ambos eventos son controlados por el sistema nervioso autónomo.

Con el fin de contrastar los resultados y dilucidar que no se trataba de una anomalía, la misma universidad llevo a cabo un nuevo estudio con un grupo de personas que seguían el método de Hof, ¿sabes qué observaron? ¡Que al igual que Wim Hof podían “controlar” la respuesta de su sistema inmune! 

Quizás en un futuro seamos capaces de controlar a través de la mente y el entrenamiento físico nuestro sistema inmune, el muscular o incluso el nervioso; pero por el momento una cosa nos ha quedado clara: ¡la fuerza de voluntad y la confianza en uno mismo pueden hacernos mover montañas! 

firma_jorge

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