¿Has escuchado alguna vez en los últimos años el movimiento Movember? Quizás si, pero ¿sabes realmente lo que significa? Movember es una organización benéfica que lucha por la visualización de la salud masculina, inicidiendo especialmente en la salud mental y la prevención del suicidio y la detección precoz del cáncer de próstata y de testículos.
Movember empezó su actividad en el año 2003, cuando dos colegas australianos decidieron volver a poner el bigote de moda.
En 2004, cuando vieron la capacidad de generar conversación que tenía el llevar bigote, decidieron darle una causa… y la causa fue la salud masculina.
Para ese año ya habían recaudado más de 30.000€ que habían puesto en marcha 6 programas de salud masculina en Australia.
A día de hoy, este movimiento está presente en un montón de países del mundo y tiene más de 6,538,699 de donaciones y 1250 proyectos de salud masculina.
Normalmente se dedica el mes de noviembre a la concienciación sobre la salud masculina, y nosotr@s este año hemos decidido unirnos dejándonos el bigote… Si no te lo crees, puedes verlo aquí.
Aunque casi siempre hablo del suelo pélvico en clave femenina, también la fisioterapia tiene mucho que decir y hacer en el suelo pélvico masculino.
La fisioterapia es una herramienta muy útil en disfunción eréctil, dolor pélvico, prostatitis abacteriana… y también en las secuelas de la cirugía de cáncer de próstata.
Secuelas tras cirugía de cáncer de próstata:
Tras una cirugía de cáncer de próstata, sobre todo si esta ha sido una prostatectomía radical podemos encontrar:
- Incontinencia Urinaria de esfuerzo.
Durante la cirugía, puede verse afectado el suelo pélvico y el esfínter uretral interno. Este es el responsable de la continencia y se activa de manera automática en condiciones normales, después de la cirugía hay que reeducar el suelo pélvico para que ese esfínter vuelva a funcionar de manera normal, pero si este ha sido extirpado, hay que trabajar al esfínter uretral externo para cumplir esta función en solitario. Si esto ocurre, el porcentaje de éxito es menor que si el esfínter está intacto.
Por eso, lo primero que haremos cuando vengas a consulta, será una ecografía de suelo pélvico que nos dirá si el esfínter está preservado o no.
- Disfunción Eréctil
Esta es, junto a la incontinencia urinaria, una de las secuelas más conocidas. El trabajo de suelo pélvico y a nivel vascular, será clave a la hora de recuperar las erecciones.
- Dolor en la cicatriz.
A veces, puede ocurrir que la cicatriz genere adherencias que hagan que los tejidos se muevan peor, y provoquen dolor. Con la terapia manual en la zona de la cicatriz, conseguimos restaurar la vascularización y volver a movilizar tejidos adheridos.
- Cambio en la longitud del pene.
Tras la cirugía del cáncer de próstata, el pene disminuye de tamaño de manera proporcional al tamaño de la próstata, ya que al extirpar, extirpan con ella el trozo de uretra que la atraviesa, y después ambos extremos sanos se unen. Por eso notarás que tu pene ha disminuido de tamaño y que el glande queda escondido dentro del prepucio.
La fisioterapia puede evitar la retracción de la cicatriz e intentar ganar un poco de longitud, aunque no tendremos el tamaño que tenías antes de la cirugía.
- Cambios en el orgasmo.
Ahora el orgasmo no va acompañado de la expulsión de semen, ya que la principal función de la próstata es generar el líquido que forma el semen. Podrás sentir el mismo placer, pero no irá acompañado de eyaculación.
Como ya has podido ver, la fisioterapia de suelo pélvico masculino, mediante el trabajo respiratorio, postural, terapia manual y de entrenamiento de la musculatura pélvica, puede ayudarte a recuperar la funcionalidad casi completa y a mejorar tu calidad de vida.
Si te han operado hace poco de la próstata, o estás pendiente de una cirugía, no dudes en llamarnos y estaremos encantadas de ayudarte.
Y si tienes alguna duda… ¡te leo en comentarios!