8 cosas que te gustaría saber antes se empezar a hacer ejercicio

Un día, bien sea por recomendación, por necesidad o por gusto, decides empezar a hacer ejercicio… ¿cuáles son las cosas que deberías tener en cuenta?

TENER CLARO EL OBJETIVO

Sabemos lo que queremos pero no sabemos cómo hacerlo para conseguirlo; queremos vernos más delgados/as pero a la vez ganar masa muscular… Pero a veces caemos en el error de elegir hacerlo de la forma más rápida y por desgracia los atajos no nos llevan siempre a donde nosotros deseamos, sino que pueden alejarnos aún más. 

Cuando voy a por todas pienso: “voy a comer sano y a entrenar todos los días” ¡Muy bien! Pero… ¿no estarás pensando en que comer sano es comer solo ensalada? ¿verdad? O… eliminar los hidratos de carbono porque he oído que comiendo solo grasas voy a adelgazar o comer mucha proteína para no perder masa muscular (y luego comprobar que he aumentado el porcentaje graso…) ¿Por qué? ¿Qué he hecho mal? Esto es un ejemplo de atajo que nos puede llevar a retroceder más allá del punto de partida o lo peor, a creer que estamos destinados/as a estar en baja forma física.

TENER CLARA UNA ORGANIZACIÓN

DÍAS QUE VOY A ENTRENAR, CÓMO LO VOY A ESTRUCTURAR

Ser realistas; tenemos que saber con cuánto tiempo libre disponemos a la semana y estructurar todas las actividades que tenemos que desarrollar en base a nuestra agenda. Lo mejor es empezar pensando que vamos a tener dos o tres días para dedicar tiempo al entrenamiento y así poder trabajar bien todos los grupos musculares. Si nos dejamos llevar por el deseo de conseguir el objetivo lo antes posible corremos el riesgo de sacrificar otras actividades que nos aportan importantes beneficios para la salud mental y emocional.

DARLE IMPORTANCIA AL DESCANSO

TANTO EN LO QUE SE REFIERE AL NÚMERO DE HORAS COMO AL GRUPO MUSCULAR

Todo el mundo sabe que hay que dormir bien si queremos rendir en el día a día; lo normal es que evitemos los entrenamientos demasiado intensos en las últimas horas de la tarde. Por otro lado, es necesario que el músculo que ha sido entrenado tenga un descanso suficiente como para recuperarse del estrés al que ha sido sometido. A veces, por desconocimiento o por falta de planificación, sobrecargamos ciertas partes de nuestro cuerpo y eso puede acarrear lesiones, dolencias, falta de movilidad, etc.

PLANIFICACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN PRE Y POST ENTRENO

Conocer nuestro cuerpo para saber qué alimentos nos sientan mejor ayuda al rendimiento y a su recuperación. No hay una dieta por excelencia que a todo el mundo le sienta bien, incluso hay personas que prefieren realizar sus ejercicios en ayunas (no con hambre, yo al menos si es así estaría solo pensando en qué comer en lugar de hacer una serie más…)

SABER SI DEBO O NO SUPLEMENTARME

No todas las personas necesitan suplementos; aunque los anuncios y demás medios de comunicación se empeñen en que a todo el mundo les va bien no es así. Las preguntas que nos podemos hacer para saber si necesitamos ayudas son: ¿Mi dieta me aporta la energía suficiente para que pueda entrenar con calidad y después recuperar correctamente tras el esfuerzo? Y…¿mi alimentación ayudará a la recuperación de los tejidos tras el esfuerzo realizado?

CONOCER MIS LIMITACIONES PARA EVITAR LESIONES. PRACTICAR LA PACIENCIA

Es muy importante el rango de movimiento y este no es igual para todo el mundo. Para progresar en nuestro camino hacia un objetivo es importante la preparación previa y el uso de materiales como elásticos, picas o simplemente movilidad articular sin material, es muy recomendable, sobre todo en el calentamiento. La paciencia debe ser nuestra gran aliada porque la falta de ella nos puede llevar desde la saturación mental y abandono del proceso hasta una lesión y por consiguiente una vuelta a empezar de nuevo. Esto último puede suceder sin más y si ocurre no pasa nada, siempre hay tiempo de retomar. Nos debemos querer tanto como para darnos oportunidades infinitas.

CONSTANCIA

DISFRUTAR DEL PROCESO MIENTRAS CAMINO HACIA EL OBJETIVO

No abandonar es la clave; puedo seguir todos estos pasos, pero saturarme por otros problemas que surjan en el camino. Siempre hay alternativas como reducir la intensidad u optar por otras actividades como el yoga, que nos ayudan a equilibrar nuestro cuerpo físico con la mente. Lo más importante es disfrutar del proceso hacia mi propio objetivo, sin presión y sin obsesionarme con el resultado. Si algo no funciona se cambia, pero nunca volvemos a los hábitos que nos llevan hacia algo que no queremos en nuestra vida.

NO COMPARARME CON EL RESTO

Cada persona tiene su cuerpo, sus carencias y virtudes. Nadie es mejor que nadie; el que es demasiado alto quiere ser más bajo porque no encuentra ropa que le quede bien, el bajo querría ser pívot en lugar de base, pero no puede porque le falta altura, el gordo quiere ser más delgado y el delgado quiere ser tan inteligente y simpático como el gordo… lo mejor es tenernos a nosotros mismos como única comparativa para superarnos y es el tener cada día en nuestra mente esta frase: “estoy cada vez mejor” “me siento a gusto conmigo mismo/a porque sé que estoy trabajando en mi”

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