¿Te ha pasado alguna vez que te sientes mejor después de haber mirado a tu mascota?

Pues bien, ese fenómeno tiene una explicación, y es por algo que ocurre en el cerebro. 

Imagina tu cerebro como una gran fábrica que produce diferentes compuestos químicos, pues bien, uno de ellos es la oxitocina. Conocida como la “hormona del amor” este neuropéptido se produce en el hipotálamo y tras ser liberado a la circulación sanguínea actúa como neuromodulador en el sistema nervioso central.

Entre sus funciones conocidas, se ha descrito que la oxitocina modula comportamientos sociales, sentimentales, patrones sexuales y la conducta parental.

¿Quieres que hable más claro y te lo simplifique un poco?

Esta hormona está vinculada con nuestra capacidad para relacionarnos con los demás, con la empatía, la confianza, el acercamiento hacia el prójimo y las conductas de apego. A nivel biológico, la oxitocina favorece la estimulación de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores esenciales que promueven la disminución del estrés, el aumento de motivación y mejoran el estado de ánimo.  De ahí que hayas oído esta frase tan cotidiana “el ejercicio libera endorfinas y oxitocina, asi que tras realizarlo te sentirás genial”. 

¿Pero qué tiene que ver esto con lo que sentimos al mirar a nuestra mascota?

Pues bien, te diré que hay varios estudios que demuestran que el pasar tiempo con nuestra mascota aumenta los niveles de oxitocina en la sangre, no solo en la nuestra sino también en la de nuestras mascotas (Beetz et al., 2012). Es de esta manera como, casi por arte de magia, entablamos, sin saberlo, un vínculo afectivo con nuestro “peludin” que nos reporta una sensación de bienestar.

Esta interacción entre ambos es muy fuerte y, como revela otro estudio, está detrás de la habilidad que tienen nuestras mascotas para intuir nuestro estado de ánimo y “apoyarnos” en esos días en los que estamos más decaídos o defendernos ante un peligro si aprecian nuestro miedo (Petersson et al., 2017). Por todo ello, las terapias con canes o felinos en geriátricos, prisiones o centros hospitalarios donde hay pacientes oncológicos aportan infinidad de beneficios a nivel emocional.

Así que, si alguna vez te preguntas por qué después de un día de duro, mirar a tu compañero fiel, hace que te sientas un poco mejor es gracias a la oxitocina (y a tu cerebro, claro).

Beetz A, Uvnäs-Moberg K, Julius H, Kotrschal K. Psychosocial and psychophysiological effects of human-animal interactions: the possible role of oxytocin. Front Psychol. 2012 Jul 9;3:234. doi: 10.3389/fpsyg.2012.00234. PMID: 22866043; PMCID: PMC3408111.

Petersson M, Uvnäs-Moberg K, Nilsson A, Gustafson LL, Hydbring-Sandberg E, Handlin L. Oxytocin and Cortisol Levels in Dog Owners and Their Dogs Are Associated with Behavioral Patterns: An Exploratory Study. Front Psychol. 2017 Oct 13;8:1796. doi: 10.3389/fpsyg.2017.01796. PMID: 29081760; PMCID: PMC5645535.

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