8M: La importancia de una visión feminista de la salud

Aprovechando la proximidad del 8M, voy a hablar del sesgo de género en salud… ¿te atreves a ponerte las gafas moradas conmigo?

Para hacer más evidente la necesidad de incluir la perspectiva de género en ámbitos tan importantes como la salud te voy a dar algunos datos que quizás te impacten.

Datos impactantes sobre género y salud:

  • Hasta hace relativamente poco tiempo los estudios científicos en medicina excluían a la mujer dentro de las muestras de población, pero después si extrapolaban los resultados a esta población. A día de hoy, esto sigue pasando, un claro ejemplo fueron las alteraciones de la menstruación con la vacuna del Covid-19. Puedes leer más aquí.
  • El infarto de miocardio se diagnostica y se trata más tarde en mujeres porque los síntomas son distintos. En hombres da dolor de hombro y brazo izquierdo, y en cambio en las mujeres se manifiesta con nauseas y dolor abdominal.
  • En el caso del Virus del Papiloma Humano (VPH) los hombres se pueden contagiar y ser transmisores de la enfermedad: En Andalucía se empezó a vacunar a niñas en 2007, pero no ha sido hasta 2023 cuando se han incluido a niños también en el calendario vacunal.

A priori, pueden parecer simplemente datos curiosos, pero si los analizamos, nos damos cuenta de la verdadera naturaleza del problema: el sesgo de género en salud. 

Y aunque parezca que nos afecta solo a las mujeres, el sesgo de género afecta a toda la población, por eso necesitamos al otro 50% para acabar con ello.

El sesgo no afecta solo a las mujeres

El diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental en hombres se retrasa, ya que, por ejemplo en casos de ansiedad, primero se descarta cualquier causa física de los síntomas. En cambio, en las mujeres se medica el malestar emocional. El consumo de antidepresivos y ansiolíticos es mucho mayor en mujeres. ¿Realmente los necesitamos?

En el contexto del suelo pélvico, una visión feminista de la salud implica educar y empoderar a las mujeres para que comprendan su anatomía, reconozcan los factores que pueden dañar su suelo pélvico y sepan cómo prevenir y tratar los síntomas de un suelo pélvico dañado.

También implica quitar los tabúes existentes alrededor del suelo pélvico y reconocer que los problemas relacionados con el suelo pélvico son comunes y tratables.

Mirar con las gafas moradas, implica hablar del suelo pélvico masculino, educar para prevenir y tratar la posible aparición de problemas, y dejar de ver el suelo pélvico como algo exclusivamente femenino, lo que facilitaría el acceso a tratamiento 

La visión feminista de la salud, sale de la visión de la salud femenina únicamente en clave de salud reproductiva y tiene en cuenta otros aspectos que afectan directamente a la salud de la mujer. Esta visión pone en el centro a las mujeres como sujetos activos y empoderados en su propia salud y defiende el acceso a información, educación y servicios de salud de calidad para todas las mujeres.

Esas gafas moradas son las que intento ponerme cada día que voy a trabajar a la clínica, en cada taller que doy… porque pienso que cada una/o podemos aportar nuestro granito de arena para que este mundo sea cada vez más inclusivo y justo con todas las personas que lo habitan.

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