Faja postparto ¿es recomendable?

A veces me planteo si escribir sobre el uso de la faja postparto y/o el cinturón pélvico es un tema manido. Pero la realidad es que día a día siguen llegando dudas sobre si usar faja postparto o no, o cómo se usa el cinturón pélvico. 

Vamos a empezar por lo básico: Faja postparto vs cinturón pélvico ¿sabes distinguirlos?

FAJA ABDOMINAL POSTPARTO:

• Ocupa toda la región lumbar y abdominal
• No estabiliza la pelvis
• Se puede usar desde un par de semanas después del parto
• A veces, se utiliza desde antes del parto. 
• Su uso es controvertido

CINTURÓN PÉLVICO

• Ocupa solo la región de la pelvis. 
• Estabiliza la pelvis
• Se puede usar durante el embarazo.
• Se utiliza desde el momento del parto, si no ha sido cesárea. 
• Su uso es recomendable para todas las mujeres tras el parto. 

Ahora que ya sabes distinguir el cinturón pélvico de la faja postparto, entraremos en la parte controvertida:

¿ES RECOMENDABLE USAR FAJA EN EL POSTPARTO?

Si me preguntas hace unos años te hubiera dicho sin dudar un NO muy rotundo. Y hubiera argumentado mi afirmación en algo que tiene mucha lógica: la faja suple el papel de la musculatura abdominal y por eso esta musculatura se debilita o no se recupera como debería. Que lo importante es el trabajo postural y de core. 

Pero si me preguntas hoy, me pararía a pensar y te diría que DEPENDE. ¿Por qué? Porque unos cuantos años de experiencia clínica me han puesto delante algunas barrigas postparto y a sus abnegadas dueñas, que tras llevar meses, o incluso años practicando hipopresivos u otros métodos de trabajo de core, seguían teniendo que responder a la pregunta ¿Es que estás embarazada de nuevo?

Es el caso de esta chica, que llegó a la clínica como última alternativa antes de la cirugía. Llevaba un año practicando hipopresivos y otros métodos de trabajo abdominal, pero su abdomen seguía luciendo así:

Hicimos una ecografía y confirmamos que tenía una diástasis abdominal de 5cm (separación de los rectos del abdomen). Con esa diástasis, necesitamos un refuerzo externo que nos ayude a controlar el abdomen mientras hacemos ejercicio y durante las actividades de la vida diaria. De entrada, el control voluntario es insuficiente. 

La conversación con la chica fue de lo más cómica:

–Vale, ahora viene cuando voy a decir una cosa que choca frontalmente con todo lo que te han dicho los/as fisioterapeutas que te han visto y lo que has podido leer por ahí. Pero no me tomes por loca. Tienes que usar faja.

-¿Faja? ¡Pero si todo el mundo ha dicho que no me la ponga!

–Ya, ya. Pero déjame que te explique. 

Y entonces le expliqué mi teoría:  

En una diástasis abdominal de un tamaño considerable, es esencial ofrecer un sistema externo de soporte porque la musculatura por sí sola no tiene la capacidad para estabilizar el complejo abdomino-lumbo-pélvico. 

Igual que en un esguince de tobillo se hace un vendaje funcional para favorecer la vuelta a la actividad lo antes posible, en mujeres con una diástasis abdominal grande y sin estabilidad funcional, utilizaremos la faja postparto para realizar las actividades de la vida diaria sin riesgos. 

Pero ¡ojo! Esto no va de ponerse la faja y ya está. El uso de faja postparto está condicionado, de un modo INNEGOCIABLE, a la realización de un programa de ejercicios de fortalecimiento y estabilidad abdominal personalizado. 

La chica de nuestro ejemplo me miró un poco sorprendida, pero aun así decidió probar. Estos son los resultados después de solo 2 semanas de trabajo unido al uso de la faja.

Como ves, aunque es un tema controvertido, no hay que demonizar el uso de la faja postparto. Tampoco la recomendaría a todas las mujeres. Como en todo, hay que valorar cada caso de manera individualizada y después decidir si la faja postparto es para ti o no.