La importancia de hacer match
“It’s a match”
Si perteneces a la generación que todavía ligaba en los bares, puede ser que esta expresión te suene a chino. Pero si alguna vez has tenido Tinder en tu móvil, te resultará familiar.
Por si acaso estás más perdido/a que Pulgarcito te lo explico: cuando en Tinder (o en alguna otra app de ligoteo) le das al “si” a una persona que también te ha dado “si” a ti, se produce lo que tinder ha llamado un “match”, vaya… que os gustáis. Desde ese momento, la aplicación os deja hablar.
Pero yo no he venido aquí a hablar de ligoteos, que está muy bien pero tiene muy poco de fisioterapia o no… Porque quizás la fisioterapia (y en general muchísimas profesiones) tienen mucho que ver con el Tinder.
Déjame que te explique, que dicho así suena muy raro.
Cuando llegamos a una consulta sanitaria (fisioterapeuta, médico/a, enfermería, psicólogo/a…) establecemos una relación sanitario/a-paciente. No es un noviazgo, pero si tiene que estar basada en la confianza. Si una persona te da confianza, en general estarás más tranquilo/a y el tratamiento será más fácil (incluso más exitoso).
Yo misma lo he vivido en mis propias carnes estas últimas semanas. A la vuelta del puente me encontré con un problemilla de salud potencialmente grave (spoiler, todo se ha resuelto muy bien, que nadie se asuste).
Cuando me di cuenta, acudí de inmediato al servicio de urgencias y desde ese día hasta el alta, al menos me encontré con 4 profesionales de la misma especialidad que me veían en cada una de las revisiones.
Mismo problema, misma especialidad médica… distinta persona.
Seguramente, todas esas personas tuvieran los mismos conocimientos en su materia, pero un simple “¿cómo te encuentras hoy?” o un “¿emocionalmente como lo llevas?” cambiaba completamente mi confianza en aquella persona y en el éxito del tratamiento. Y eso influía directamente en mi tranquilidad. Un/a paciente tranquilo/a y confiado/a, se siente mejor
A veces ese “match” no se produce por situaciones estrictamente sanitarias, a lo mejor la persona que te está atendiendo te cae bien, tienes cosas en común con el/ella y hace que el tratamiento fluya mucho mejor. Yo voy al dentista a la otra punta de Granada porque me cae bien, es hace que tenga menos miedo… y eso es un plus de calidad en el tratamiento.
Una vez una enfermera me dijo que ella también se mareaba cuando le sacaban sangre y me sentí tan comprendida que ese día no me mareé.
Como fisioterapeutas, somos conscientes de que esos “match” existen, y que hay pacientes con los que todo fluye, y otros en los que el tratamiento se atasca.
Somos la misma persona, con los mismos conocimientos… pero el tratamiento no funciona igual, por mucho que des todo de ti y saques tu mejor versión.
Estoy segura que vosotras/os también lo notáis y por eso tenéis preferencia por un/a fisioterapeuta u otro/a. Por eso, que nunca te de “cosa”, vergüenza o nada similar a la hora de pedir cita con un profesional u otro… ¡nunca nos tomamos esas cosas a mal! Lo que queremos es que te sientas mejor.
¿Te ha pasado alguna vez algo parecido? ¡Me encantaría leerte!