Aprovechando que ayer fue el Día Mundial del Alzheimer, queremos poner en valor el papel de la fisioterapia en esta enfermedad. Ahora más que nunca cuando todos los centros de día de Granada están cerrados y estas personas con menos estimulación de la que necesitarían.
Todos tenemos una historia que contar en torno a la palabra Alzheimer. Ya sea tu abuela, tu tío o tu vecina, seguro que conoces a alguien que la padece o la ha padecido. No es de extrañar, ya que 47 millones de personas en el mundo sufren Alzheimer u otras demencias. Para el 2050 estiman que esta cifra se triplicará… Algo así te deja sin palabra y te envuelve en un halo de tristeza.
Cuando el Alzheimer aparece, familia y los amigos se llenan de dudas sobre cómo acompañar a la persona. No saben qué decir, y muchas veces, no saben qué hacer. Hay una niebla espesa entre ellos y su familiar que los separa y los aleja, de manera lenta y dolorosa
El cerebro funciona a través de sinapsis, pequeños cables que unen ideas, recuerdos, acciones… El problema es que el Alzheimer bloquea estos cables y por eso dejan de enlazar una orden con una acción. Cuando intentamos conectar con nuestro/a familiar recurrimos a un momento del pasado que han vivido utilizando el lenguaje: “te acuerdas de…”. En la mayoría de las ocasiones la conexión verbal a ese recuerdo ya no existe. Pero ¿y si existe otro camino, otro cable que pueda conectar con ese recuerdo?
Déjame contarte lo que ocurre cuando unes Fisioterapia y Alzheimer. MÁGIA. Cualquiera puede teclear en google estas dos palabras y obtener un sinfín de resultados de objetivos y tratamiento en fisioterapia en las diferentes etapas del Alzheimer. Por eso no vamos a contártelo otra vez. Hoy vamos a hablarte del movimiento como herramienta para conectar.
La fisioterapia en el Alzheimer contribuye a mantener el mayor grado de autonomía física y funcional en cada fase de la enfermedad, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona y su familia. Pero la fisioterapia es más que eso, va de darle vida a los años. Es un vehículo de conexión muy valioso entre los/as pacientes y su entorno.
En las personas que padecen Alzheimer, la fisioterapia busca el movimiento a través de la función. Bailar, imaginar, imitar… abre un camino de unión para descubrirnos y encontrarnos. No busca respuestas correctas ni incorrectas, sino movimiento que nos ayude a disipar la niebla y poder conectarnos con nuestro paciente/familiar. Eso le va ayudar a mantenerse activo/a, le va a permitir mantener su movilidad y a sentirse conectado/a con el mundo.
Lo mejor de todo es que esta conexión puede reproducirse en casa, a través de cosas sencillas, que hagan crear momentos en los que nuestro abuelo/a, padre/madre, amigo/a… vuelva a conectar con nosotros, con el presente sin pasado, pero lleno de emociones y sentimientos vivos.
¿Sabías que las personas enfermas de Alzheimer recuerdan los sentimientos?
Quizás tu abuelo fue un gran bailarín y al ritmo de pasodobles comenzó a conquistar a tu abuela. Tu padre era un apasionado del mar y sabe perfectamente cómo se mueven las olas o tu amiga era una maestra conocedora de un sinfín de canciones infantiles (con sus correspondientes coreografías).
Aquí te dejamos un ejemplo vivo, en el que un hombre que casi no puede hablar, conecta con su esposa mediante el baile.
Las posibilidades son infinitas así que, comienza a conectar con ellos y crear momentos llenos de movimiento, sonrisas y felicidad.