Los que nos conocéis sabéis que en nuestros tratamientos siempre hacemos mucho hincapié en la importancia de mantenernos activos a través de la actividad física y el deporte. Es una realidad que antes de la pandemia un porcentaje muy alto de la población tenía en su agenda su momento para ir al gimnasio, al pilates, al fútbol… Cada vez éramos más los que entendíamos que la salud, tanto física como mental, iba de la mano del movimiento.
Pero llegó marzo de 2020 y todo se paralizó. Bajo unas circunstancias tan especiales y desconocidas era comprensible que lo mejor era protegernos quedándonos en casa. Ello no mermó nuestras ganas de mantenernos activos y montamos nuestros gimnasios particulares. Simplemente era lo más seguro para todos y lo aceptamos como tal.
Poco a poco con la desescalada pudimos regresar a nuestra actividad deportiva más añorada, por supuesto, con todas las medidas de seguridad necesarias. Parecía que habíamos superado ese bache cuando llegó la segunda ola y la tercera ola y con ellas el cierre de todo lo mal llamado “no esencial”, incluyendo de nuevo nuestro querido gimnasio, estudio de pilates, centro deportivo…
Si los medicamentos son necesarios para tratar las enfermedades, ¿por qué si mi medicación es el deporte yo me quedo sin ella? ¿Acaso una actividad que promueve la salud “no es esencial”? Muchos de nuestros pacientes se han visto en esta situación y veían como ola tras ola volvían a perder aquella píldora maravillosa llamada “deporte”. Está claro que son unas circunstancias muy especiales pero llegando al aniversario del inicio de la pandemia y con los conocimientos que tenemos ahora sobre el covid-19, quizás haya acciones que mejorar o cambiar.
Este pasado mes de febrero por fín vimos algo de luz en esta historia al aprobarse en el Congreso de los Diputados una proposición No de Ley para la declaración de la actividad física y el deporte como actividad esencial.
Los beneficios de la actividad física:
- Mejora nuestra capacidad cardiorespiratoria.
- Produce liberación de hormonas que nos hacen estar más alegres
- Refuerza nuestros músculos y huesos, mejora nuestro sistema inmune…
La ausencia de él puede afectarnos de manera distinta, poniendo de relieve más o menos un aspecto u otro en cada generación, pero en todos ellos disminuye su calidad de vida y afectan a su salud.
Estos son algunos ejemplos de lo que significa el deporte o la ausencia de él en personas con edades muy distintas:
- Manuel tiene 17 años, pasa toda la mañana en el instituto y por la tarde tiene que estudiar. La mayor parte de su actividad es sentado. Al final de la jornada suele ir a jugar al fútbol, es su momento de activar su cuerpo y compensar el resto del día. Pero no solo hace sus entrenamientos en el campo, también tiene sus horas de gimnasio que se han visto afectadas en cada ola. Hay momentos en que nota que su musculatura no está igual que antes y tiene que acudir más a la consulta de fisioterapia. El riesgo de lesión ha aumentado.
- Lola tiene 45 años, es peluquera y pasa toda la jornada de pie. Cuando acaba el día acude a su estudio de pilates para practicar pilates máquinas. Para ella es fundamental para controlar sus dolores de espalda y cuello provocados por la actividad laboral. En los periodos que pierde su pilates los dolores vuelven a reaparecer y tiene que tomar medicación muchos días para poder trabajar.
- Carmen y Antonio son un matrimonio recién jubilado. Ella es diabética y él es hipertenso. Acuden juntos al gimnasio para hacer sus actividades que mejor les vienen a cada uno de ellos. De esta manera sus patologías están controladas y apenas tienen que tomar medicación, pero cuando todo se paraliza los valores se vuelven a descompensar teniendo que tomar de nuevo más medicación.
Son tres testimonios distintos, tres generaciones distintas pero una misma cosa en común: El deporte les da salud y vida, por lo que para ellos es una ACTIVIDAD ESENCIAL. ¿Qué significa el deporte para ti?