Quizás hayas visto que Jorge se ha dejado el bigote como todos los meses de noviembre (o a lo mejor no lo has visto porque la mascarilla no te deja). Lo hace como apoyo al “Movember”, un movimiento nacido en 2003 para luchar, concienciar y visibilizar proyectos que trabajan por la Salud Masculina. Aquí puedes ver lo que hicimos el año pasado… jeje
Y no me extraña que se creara…, en el año 2021 se diagnosticaron 35764 nuevos casos de cáncer de próstata solo en España.
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuente, seguido del cáncer de mama. Y como en este último, la fisioterapia tiene mucho que hacer.
Cuando te diagnostican de un cáncer de próstata lo primero que te preguntas es “¿me voy a morir?”. Afortunadamente, con una detección temprana, la supervivencia a 5 años del cáncer de próstata roza el 90%… así que ¡piérdele el miedo al tacto rectal! y hazte revisiones para prevenir.
Pero pasado ese miedo inicial tan primario, y por otro lado tan entendible, aparecen dos grandes preguntas:
Cuando me operen del cáncer de próstata, ¿voy a tener incontinencia urinaria?
Lamentablemente, la incontinencia urinaria es una de las secuelas más comunes cuando se hace una prostatectomía radical.
Un porcentaje elevado de hombres presenta incontinencia urinaria inmediatamente después de retirar la sonda urinaria. Pero esta incontinencia mejora sensiblemente pasadas unas semanas/meses. Este tiempo puede reducirse si trabajamos antes y después de la cirugía con fisioterapia de suelo pélvico.
De este porcentaje, sólo unos pocos mantienen la incontinencia al cabo de un año.
¿Qué marca la diferencia?
Si el esfínter interno está preservado o no.
Que la orina no se escape depende de la suma del trabajo de dos esfínteres: el interno (involuntario), situado casi dentro de la próstata y el externo (voluntario) situado fuera de la próstata.
Si en tu cirugía quitaron el esfínter interno porque el cáncer de próstata lo había invadido… tus posibilidades de ser 100% continente disminuyen drásticamente.
¿Cómo saber si me han conservado o no el esfínter? Puedes preguntarlo a tu cirujano/a o en la sesión de evaluación de fisioterapia de suelo pélvico lo podremos saber con una ecografía.
Aunque no hayan podido conservar el esfínter interno, la fisioterapia de suelo pélvico te enseñará a sacarle el máximo partido al esfínter externo.
Además puede ocurrir, que tras la cirugía tengan que darte alguna sesión de radioterapia. Aunque preserves el esfínter interno, la radioterapia para el cáncer de próstata puede dañarlo. Así que no dudes de que la fisioterapia va a ser tu gran aliada en la recuperación.
Cuando me hagan la prostatectomía… ¿voy a tener disfunción eréctil?
Otra de las grandes preocupaciones es saber qué va a pasar con tu erección. La preservación de la función eréctil dependerá de dos cosas principalmente: si se ha puesto tratamiento hormonal con una terapia de privación de andrógenos y de si las bandeletas neurovasculares han sido conservadas o no.
Las bandeletas neurovasculares son unas estructuras faciales por las que discurren los nervios y vasos que modulan la erección. Si estas estructuras no han sido preservadas, las posibilidades de tener una erección son pocas.
Pero si están presentes, entonces tengo una buena noticia… ¡La erección se recuperará conforme el tono de tu suelo pélvico y tus estructuras vasculares y nerviosas se recuperen! Y adivina qué disciplina ayuda a que esto ocurra más rápido.. ¡efectivamente, la fisioterapia de suelo pélvico!
Pero es muy importante comenzar el tratamiento cuanto antes, porque si no se produce erecciones durante un tiempo y la sangre no llena los cuerpos cavernosos del pene, estos pueden atrofiarse y dificultar la erección posterior.
En la disfunción eréctil después de una cirugía por un cáncer de próstata, un tratamiento precoz es sinónimo de unos resultados mejores.
Felicidad Rodríguez.
Así que ya sabes, si te han operado o tienes prevista la cirugía de cáncer de próstata, no dudes en consultarnos y estaré encantada de resolver todas tus dudas.