Llegó el verano y el momento de escoger nuestras vacaciones, pasamos días y días pensando cuáles serán las mejores vacaciones y eligiendo el sitio donde poder desconectar de la rutina y pasar unos días estupendos. Pero cuando llevamos unos días de vacaciones, comienzan a aparecer dolor de espalda o de cuello, y no entendemos porque está pasando esto si estamos todo el día sin hacer nada y sin el estrés del trabajo. Pues bien, las vacaciones son un periodo de tiempo en el que rompemos todas nuestra rutinas y esto conlleva ciertos peligros que hay que prevenir.
Y es que aunque a veces nos quejamos de la rutina, nuestro cuerpo tiene una cierta adaptación a ella, es decir, está adaptado a nuestros movimientos y posturas. Como hablamos en esta entrada, el cuerpo tiene unas capacidades para cumplir con las demandas del día a día, si estas demandas cambian (por el cambio en las rutinas) puede aparecer dolor.
8 Claves para evitar el dolor de espalda en vacaciones:
- Los desplazamientos hasta nuestro lugar de destino. Cuando realizamos un viaje ya sea en coche, avión, tren o autobús estamos sometiendo a nuestra espalda a posiciones mantenidas durante horas. Y sin olvidarnos del síndrome de la clase turista que el pasado domingo explicamos en nuestro instagram. Por eso debemos parar cada hora y pasear y realizar estiramientos
- El equipaje. Cuando nos ponemos a preparar la maleta nos volvemos locos metiendo cosas sin tener en cuenta que luego hay que desplazarla. Por eso se recomienda usar equipaje con ruedas y evitar el exceso de peso. Y cuando colocamos nuestro equipaje en la zona de portamaletas de aviones, trenes o autobuses hay que intentar evitar que la zona lumbar sufra, por lo que hay que tener muy en cuenta la postura y realizar una contracción a nivel abdominal antes de realizar el esfuerzo.
- La playa. Nuestra ansiada playa se puede transformar en el elemento más perjudicial para nuestra espalda si no andamos con cuidado. En las playas podemos encontrar dunas y suelen tener un terreno irregular, que si nos quedamos tumbados durante mucho rato seguido se puede transformar en nuestro peor enemigo, ya que modificamos toda nuestra columna para adaptarnos a la superficie. Por ello es recomendable levantarse de la toalla con frecuencia y andar y hacer estiramientos.
- El deporte en la playa. Si llevamos todo el año con costumbres sedentarias y al llegar a la playa empezamos a jugar a las palas, salir a correr o a realizar más actividad física porque tenemos más tiempo, puede ser que nuestro cuerpo se queje. Cualquier momento es bueno para hacer actividad física, pero no quieras hacer en verano todo lo que no has hecho durante el año. Empieza de manera paulatina.
- Cambios en la rutina alimenticia. Durante nuestras vacaciones solemos comer más y coger peso, además solemos abusar del alcohol. Todo esto repercute sobre nuestras articulaciones y musculatura. El alcohol en concreto es inflamatorio y deshidratante, esto puede influir directamente en nuestro cuerpo.
- Alteramos los horarios de sueño. Llegan las vacaciones y queremos recuperar el sueño perdido durante el año. Nos levantamos mucho más tarde, abusamos de siestas y todo esto realizándolo en malas posiciones y en lugares poco apropiados como hamacas o sillones. Por supuesto que no vamos a deciros que sigáis con los madrugones que tenemos todo el año, pero sí que cuando decidáis descansar un rato, lo hagáis en lugar apropiado
- El calzado veraniego. Llegado el calor estamos deseando usar nuestras chanclas todo el día. Estos calzados tienen poca sujeción al pie, son demasiado planas y carecen de amortiguación, lo que provoca malos gestos y lesiones en nuestros tobillos, que terminan repercutiendo en nuestra columna, ya que la alineación de nuestras vértebras se modifica. Por ello recomendamos que el calzado tenga puente y buena sujeción.
- Los aires acondicionados y ventiladores. Cuando llegan los días de calor cogemos el mando del aire y lo ponemos al máximo y nos colocamos lo más cerquita posible para que nos quiten el calor rápido. Y lo que no sabemos es que cuando este frío incide directamente sobre nuestros músculos estos se están contrayendo todo el rato hasta el agotamiento, lo que nos producirá contracturas por tener la musculatura cansada
Ahora conoces los 8 puntos clave para cuidar tu espalda en vacaciones, te animamos a poner en práctica los pequeños consejos que os hemos dado para poder disfrutar al 100% de nuestras vacaciones sin riesgo.