Hace ya más de un año que el coronavirus llegó a nuestras vidas, pensábamos que sería cosa de poco tiempo, pero 14 meses después, aquí sigue acompañándonos en nuestro día a día, que tanto ha modificado.
A estas alturas ya es conocido por todos/as, y sus síntomas nos son familiares: fiebre, tos seca, cansancio, dolor de cabeza, pérdida del olfato y de gusto…, además cada vez conocemos a más gente a nuestro alrededor que lo ha padecido.
Lo que no es tan conocido por todos/as son sus efectos secundarios, las secuelas que están quedando en algunas de las personas que han conseguido superar la enfermedad, es lo que se conoce como covid persistente.
Se han llegado a reconocer hasta 50 secuelas diferentes, y se habla de que el 80% de los/as pacientes mantienen al menos una secuela. Uno de los metaanálisis más reconocidos hasta ahora, sobre este tema, lo podemos encontrar en la plataforma medRxiv, obra de un equipo internacional dirigido por Sonia Villapol, neurocientífica del Weill Cornell Medical College, de New York.
Estas secuelas son muy dispares, y no en todo el mundo aparecen, pero cada vez se están conociendo más casos de personas que quedan con alguna afectación:
Secuelas principales en Covid Persistente
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Disnea
- Afectación a nivel pulmonar
- Niebla cerebral
- Debilidad muscular
- Pérdida de fuerza
Y nos podemos preguntar: ¿tiene la fisioterapia algún papel en todo esto? ¿Puede la fisioterapia ayudar a estos/as pacientes con covid persistente?
La fisioterapia es una herramienta que está siendo poco conocida y utilizada durante esta pandemia. Se da mucha luz a otros especialistas, y el trabajo que están realizando los/as fisioterapeutas respiratorios y de UCI, pasa desapercibido.
Desde la fisioterapia se puede ayudar a los/as pacientes desde el comienzo de la enfermedad hasta el momento del alta hospitalaria, y el trabajo puede continuar a nivel domiciliario, pues será la fisioterapia la encargada de devolver la funcionalidad a los/as pacientes con secuelas de covid.
La fisioterapia respiratoria ayuda a los pacientes a aumentar su capacidad inspiratoria y espiratoria, a incrementar su movilidad costal y diafragmática, mejora el intercambio de oxígeno de los tejidos, y facilita la eliminación de secreciones.
Además la fisioterapia es la encargada de combatir la falta de movimiento, y con ello evitar la atrofia muscular, la limitación de movilidad articular y prevenir problemas como las úlceras por presión y afectaciones vasculares. Herramientas como movilizaciones activas/pasivas, técnicas y ejercicios que se adaptarán al paciente, según sus necesidades.
En el caso de pacientes sedados/as y en UCI, la fisioterapia que se realizará será pasiva, en estos casos, la función del fisioterapeuta irá orientada al manejo de la vía aérea, al posicionamiento del paciente para mejorar la relación ventilación/perfusión, a la restauración de la función pulmonar y a la prevención y tratamiento de la debilidad muscular.
Aquellos pacientes que son ingresados en planta, presentan dificultad respiratoria, y como consecuencia del encamamiento, debilidad muscular generalizada, que el/a fisioterapeuta puede paliar con su trabajo.
Una vez dados de alta los pacientes llegan a sus casas en estado de agotamiento y cansancio, que en ocasiones, hace que se encuentran perdidos con respecto a que pueden hacer, o quien puede ayudarlos. Y es aquí donde empieza un nuevo papel de la fisioterapia.
El/la fisioterapeuta, debe de hacer valoraciones individuales, porque cada paciente es un mundo, y ver qué tratamiento se adecua a cada uno/a, y desde aquí desarrollar un plan de ejercicios, tanto a nivel respiratorio como para el aparato locomotor, para que el paciente pueda recuperar su funcionalidad lo antes posible.
Como conclusión, podríamos decir, que la fisioterapia tiene un papel importante, no sólo en la fase aguda de la enfermedad por COVID-19, en las UCI y en pacientes hospitalizados, sino que, debería de ser parte fundamental del equipo interdisciplinar de salud, para ayudar en la recuperación de las secuelas más a largo plazo, tanto a nivel de función pulmonar, como a nivel de capacidad funcional.