El Masaje Perineal
Si hay algo que preocupa a cualquier embarazada cuando se está acercando el momento del parto es (además de que el niño venga sano y esas cosas obvias) la temida EPISIOTOMÍA.
Aunque este nombre suene a chino, una embarazada en un estado de gestación avanzado, se ha leído todos los libros de embarazo, de parto y de crianza que existen y por lo tanto sabe qué significa. Por si acaso, hay alguien que todavía no ha oído hablar de ella, voy a definirla mejor.
Según el diccionario medico de Google una Episiotomía es una “incisión que se practica en el periné de la mujer con el fin de evitar un desgarro de los tejidos durante el parto y facilitar la expulsión del bebé”
En ocasiones, la tensión en el tejido del periné es tal, que corre el riesgo de desgarrarse y para evitarlo se hace un cortecito, que normalmente es oblicuo hacia alguno de los lados.
Hace algunos años, era algo que se hacía por protocolo, pero de un tiempo a esta parte, el número de episiotomías ha bajado considerablemente (para nuestra suerte), evitando así las posibles complicaciones y molestias de una herida quirúrgica.
No voy a entrar en la polémica de si es mejor un desgarro o una episiotomía, porque podríamos estar debatiendo horas y reconozco que no es mi competencia, así que mi opinión tampoco sería muy valiosa. Si hay algun/a experta/o en la sala, estaría encantada de que nos explique un poco esto.
Debates aparte, hay algo que si tenemos claro todo el mundo, y es que si podemos evitar que se produzca un daño en el periné (ya sea desgarro o episiotomía) nos ahorraremos todas las posibles complicaciones posteriores y la recuperación física de la reciente mamá, será más rápida.
El Masaje Perineal
El Masaje Perineal, es una técnica que prepara los tejidos de la zona perineal para que tengan mayor capacidad de relajarse y extenderse durante el parto reduciendo así el riesgo de desgarros y episiotomía.
Ventajas del Masaje Perineal:
- Aumenta la elasticidad y flexibilidad.
- Disminuye el riesgo de episiotomía.
- Reduce el Dolor durante y después del parto.
- Nos ayuda a conocernos mejor.
- Permite la participación de la pareja.
Realización de Masaje Perineal, consideraciones iniciales.
Se recomienda empezar el masaje desde la semana 32 del embarazo, aunque yo personalmente, empiezo a enseñar la técnica a la mujer y a la pareja desde la semana 30. Es aconsejable que la pareja acuda al menos a una sesión para que aprenda a realizarlo y se sienta parte activa del embarazo. Además, cuando la barriga crece, se va haciendo más complicado que la futura mamá pueda hacerlo sola.
El masaje se debe realizar todos los días durante unos 10 minutos. Se hace un casa diariamente y una vez por semana lo realizamos en la clínica, uniéndole además el trabajo con el Epi-No, del que hablaremos en la próxima entrada.
Para lubricar la zona a la hora de dar el masaje, se aconseja la utilización de aceites vegetales 100% biológicos: rosa mosqueta, aceite de almendras, incluso hay personas que utilizan el aceite de oliva. Además, existe en el mercado una gran variedad de aceites específicos para masaje perineal. Mi elección personal es “Elasticidad del Perineo” de la marca Pranarom, porque tiene una mezcla de todos los aceites vegetales nobles que nutren y elastifican los tejidos. Pero esta es mi elección, no tiene por qué ser la mejor.
¿Cómo realizo el Masaje Perineal?
Si la relajación es importante durante el parto, no lo es menos durante el Masaje Perineal. Así, aprovecharemos para dedicar unos minutos del día a nosotras, a sentir y a entrenar la relajación, a la vez que damos elasticidad a nuestro periné. Es por ello que recomiendo realizarlo después de la ducha o de un baño caliente. Además así los tejidos están más relajados y responden mejor.
El masaje puedes hacerlo tú misma o puede ayudarte tu pareja, se recomienda que consultes a un/a profesional que compruebe que lo realices correctamente.
Para realizarlo hay que asegurarse de tener las manos limpias y haber vaciado la vejiga. Puedes comenzar usando un espejo, para familiarizarte con tu periné.
1.– Ponte en una posición que te resulte cómoda, si lo realizas tú misma, cuando el embarazo esté más avanzado, te resultará más incómodo por la barriga, pide ayuda si lo necesitas.
2.- Usa aceite especial que hayas elegido y pon una pequeña cantidad para lubricar el dedo pulgar (si lo realiza otra persona, usará el dedo índice y medio). Los dedos se introducen unos 3cm. en la vagina
3.- Realiza una ligera presión hacia la parte que une la vagina y el ano y mueve el dedo en movimientos curvos, (desde las 9h a las 3h y viceversa) durante 2 o 3 minutos.
4.- Realiza presiones hacia el exterior con trayectorias rectas, como ves en la figura 3. Realiza 3 o 4 presiones en cada dirección. Puedes usar los dos pulgares si quieres añadir más tensión.
5.- Usando los dos pulgares empuja el centro tendinoso que hay entre la vagina y el ano hacia abajo y hacia fuera, para que estire, como ves en la figura 4.
A continuación, os pongo una imagen que podéis descargar para tenerla cerca si necesitais ayuda. Nos leemos en la próxima entrada.
2 comentarios en “¿Embarazada? Pregúntale a la Fisio. Parte II”
Pingback: ¿Embarazada? Pregúntale a la fisio. Parte III | Reflexiones de una fisioterapeuta
Hola!
Soy comadrona y fisioterapeuta. No es necesario entrar en debate de si es mejor un desgarro o episiotomía: la evidencia científica es clara y contundente. La episiotomía NO previene desgarros, y en igualdad de condiciones, una episiotomía cicatriza peor y deja más secuelas que un desgarro espontáneo de la misma longitud y profundidad. Así que dejemos claro que la episiotomía no está indicada salvo cuando el riesgo de pérdida de bienestar fetal es muy alto y es preciso acelerar su salida, aún sabiendo lo perjudicial de la episiotomía.
Por otro lado, dejar también claro que los desgarros se producen más por la posición en la que se pare y la velocidad de salida de la cabeza, independientemente del masaje perineal. Que el masaje es beneficioso por lo que aporta en sí mismo (flexibilidad, propiocepción y relajación), pero que el desgarro se previene con libertad de movimiento, con postura libre, con respeto por los tiempos y por no dirigir ni acelerar los pujos.
Las mujeres venimos de serie preparadas para parir. Tocarse y conocerse siempre es bueno para la salud, pero que lo importante es confiar en el cuerpo, conocerlo y dejarlo actuar. La episiotomía no es un cortecito; es un tajo en los genitales de una mujer que le va a dejar secuelas siempre (afortunadamente en unas menos que en otras) porque siempre queda una cicatriz. Cuando hay que hacerla, se hace, pero por favor, no menospreciemos el precio que las mujeres pagan por ello.